La presencia de una Drag Queen profesional aporta un toque de glamour, frescura y provocación. Con vestuarios brillantes, coreografías llamativas y un carisma desbordante, cada actuación consigue que los asistentes vibren al máximo. El show incluye canciones, imitaciones y mucho humor ácido, creando una atmósfera donde la risa y la sorpresa no dejan de estar presentes.

El humor continúa con la intervención de cómicos y monologuistas, expertos en arrancar carcajadas con situaciones cotidianas, improvisaciones y bromas dirigidas al público. Una parte fundamental de la experiencia que garantiza un ambiente relajado, cercano y absolutamente entretenido para todos los asistentes.

Durante la cena, un equipo de fotografía se encarga de capturar los mejores momentos. Las risas, las actuaciones y los instantes más divertidos quedan plasmados en un reportaje fotográfico de calidad. De esta forma, cada grupo se lleva un recuerdo único de una noche inolvidable, ideal para revivirla siempre que se quiera.

Uno de los momentos más esperados llega con los retos y regalos para los novios/as. Los protagonistas disfrutan de juegos exclusivos, pruebas llenas de humor y detalles sorpresa preparados para ellos. Todo el grupo se une en esta parte especial, donde las risas y la complicidad se convierten en el broche de oro para una cena que combina espectáculo, diversión y celebración en su máxima expresión.