Tras la visita guiada, llega el momento más esperado: la cata de tres vinos cuidadosamente seleccionados. Cada copa revela matices únicos, perfectos para brindar por la ocasión y comentar entre amigos. La cata incluye explicaciones profesionales para identificar aromas, texturas y sabores, creando una experiencia didáctica y a la vez divertida para todos los asistentes.

La visita a bodega en Labastida Logroño se ha convertido en un plan perfecto para quienes buscan una despedida original, divertida y con un toque cultural. Entre amigos, entre risas y copas, se vive una experiencia que mezcla tradición vinícola y celebración, creando recuerdos que perduran mucho más allá de la fiesta.

Para quienes deseen ampliar la experiencia, existe la posibilidad de añadir dos vinos más en la cata, acompañados de un picoteo típico riojano. Una propuesta ideal para alargar el momento y disfrutar de un aperitivo que potencia los sabores de cada copa, siempre en un ambiente animado y festivo, perfecto para un grupo de despedida.

Los grupos más curiosos tienen además la oportunidad de completar la actividad con una visita al viñedo. En este entorno natural, los participantes disfrutan de una explicación sobre la vid y la tierra, mientras degustan tres vinos adicionales junto a un picoteo seleccionado. Una combinación que convierte la jornada en un recuerdo inolvidable.