Introduce mecánicas envolventes que requieren que se tomen decisiones inteligentes donde cada miembro del equipo tiene un papel decisivo. En algunos momentos, solo con resolver el acertijo no será suficiente ya que deberéis repartir tareas y mantener una buena comunicación para poder avanzar.

La dificultad se incrementa por un ambiente sensorial: juego de luces, efectos sonoros, componentes mecánicos y narrativos que cambian a medida que avanza la partida, generando una tensión constante.

Los jugadores deberán manejar diferentes mecanismos, resolver puzzles lógicos y activar dispositivos de manera secuencial, lo que recompensa el el trabajo colaborativo. La diversidad de desafíos ayuda a mantener el flujo del juego, siendo adecuado tanto para principiantes por para personas más experimentadas

Lo que aumentaba realmente esa sensación de tensión era la forma en la que se utiliza el espacio y el movimiento a través de distintas zonas, recreando la sensación de estar avanzando en una prisión abandonada. Las decisiones que toméis no solo influirá en el progreso del juego, sino que también afectará a la atmósfera y al tipo de experiencias que viviréis